girasol

La flor del girasol trabaja con la energía Padre – Madre Dios, aplicable así para el retorno al Padre. Para curar la imagen paterna, la orfandad, tanto material como espiritual.

Es potentísimo curador porque vivifica todo lo que es energía solar dentro de la célula.

Además es potente protector de las energías que proceden del Sol.

La esencia trata arteriosclerosis, senilidad precoz, rebeldía, conflictos con la figura paterna.