Muerdago (holly)

La esencia de Holly o Acebo está indicada para aquellas personas que están permanentemente malhumoradas, que son vengativas, quisquillosas e inseguras.

Esta esencia floral ayuda a liberar emociones negativas de nuestro corazón y a tomar consciencia de que somos luz y que nos realizamos a través del amor.  Los antiguos druidas, consideraban esta planta como la más sagrada. Bach no desconocía esta historia y se dedicó a estudiar la flor para observar su efecto sobre las emociones humanas.Cuando falta amor, el ser humano se ve invadido por sentimientos de celos, rivalidad, sospechas, odio, disfrute por el sufrimiento de los demás, envidia, decepción, lo que provoca un endurecimiento del corazón. Esto trae aparejada una sensación de abandono, aislamiento y falta de comunicación que hace canalizar toda la energía en una lucha por lograr ser amado.

La sensación de ausencia de amor es típica del tipo Holly en estado negativo. Esto provoca sufrimiento en la persona que se siente abandonada en su pesar y muchas veces tiene explosiones coléricas y temperamentales por el enojo que esta emoción le produce. El tipo Holly expresa sus sentimientos de forma manifiesta, al contrario de Willow que los guarda de forma íntima, sin llegar a exteriorizarlos.

En estado transformado, representa el grado más elevado del amor universal. La persona aprende a vivir en armonía, comprendiendo a sus semejantes, alegrándose con sus logros, reconociendo el derecho de cada cual de ocupar un lugar en el mundo con alegría, gozo y sobre todo, con un enorme sensación de amor dentro de su corazón.

«Para aquellos que en ciertas ocasiones se sienten asaltados por emociones conflictivas, tales como celos, envidia, venganza, sospechas, etc. o padecen distintas formas de vejación.

Con frecuencia suelen sufrir mucho internamente, aunque no exista una causa real que justifique sus padecimientos.

Nuestra conquista última será siempre alcanzada a través del amor y de la gentileza, de forma que cuando hayamos desarrollado ambas cualidades suficientemente, nada podrá asaltarnos, pues estaremos siempre en la compasión y no ofreceremos resistencia».

Edward Bach. Los doce curadores y otros remedios.