Rosa Roja
Esta esencia floral purifica el ego, depura esa imagen que creamos de nosotros mismos para satisfacer a la sociedad o familiares, conectándonos con nuestro verdadero ser, la flor de la autenticidad.
Ayuda a aflorar nuestro ser auténtico sin los obstáculos del ego. Esta flor nos conecta con nuestro niño interno que vive en nosotros, por eso otorga mucha alegría y nos sorprende por la espontaneidad y ausencia de miedo a revelar nuestro verdadero rostro.
Al ser auténticos nos liberamos de cualquier tipo de máscara que pueda impedir la expresión de nuestra identidad, despertando en nosotros el amor incondicional, removiendo el odio.
Conecta con la satisfacción de la propia apariencia personal, mejora la autoestima, conecta con el placer y la sensualidad, haciendo aflorar de manera visible lo mejor de nuestra imagen, tanto hacia afuera, como hacia nuestro interior; obteniendo de esta forma alegría, gozo, confianza y seguridad personal. Ayuda a conocerse y aceptarse.
Esencia para la persona que está muy condicionada, apagada, subyugada por condicionamientos sociales. Sufre falta de autenticidad, sinceridad, engaño y autoengaño, falta de franqueza. Miedo interno al rechazo, para ser queridos, amados.
Para personas que aguantan u ocultan su enojo, lo reprimen por estereotipos sociales.
Para limpiar formas distorsionadas de atraer el amor a nuestras vidas.
Para todo tipo de trastornos internos que tienen que ver con bloqueos en nuestra relación de pareja: permite expresar, verbalizar lo que nos afecta, nos duele y lastima de nuestras relaciones en general y de pareja.
Esta flor limpia el chacra sexual femenino. Es una flor que trabaja la femineidad, limpiando estereotipos sociales y condicionamientos adquiridos. Trabaja sobre el útero y los bloqueos en esta zona producidos por traumas en amor.
Esta flor no es una flor contenedora suave, es catártica, pues aflora a la superficie el ser interno real y nuestro "ser" real escondido detrás de una portada.